Con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores, que se celebra cada 1 de octubre, HelpAge International España ha organizado un año más el Foro Internacional «Vivir más, vivir mejor». En esta ocasión, la ciudad de Vigo ha sido elegida para acoger por primera vez en Galicia esta sexta edición, organizada con Afundación, entidad de referencia en Galicia en la promoción del envejecimiento activo. El foro también ha contado con la colaboración de la Xunta de Galicia, el Imserso y la Sociedade Galega de Xeriatría e Xerontoloxía.
Estructurado en sesiones de mañana y tarde, ha contado con la participación de figuras nacionales e internacionales como Claudia Mahler, experta independiente sobre los derechos de las personas mayores de Naciones Unidas; Vânia de la Fuente-Núñez, responsable de la campaña mundial contra el edadismo de la OMS; Isabel Martínez Lozano, presidenta de Helpage International España; Apolline Parel, representante de Age Platform Europe; Ken Bluestone, representante de The Global Alliance for the Rights of Older People (GAROP); Felipe Morente Mejías, catedrático de sociología de la Universidad de Jaén; Julia Sevilla Merino, jurista y feminista; o María Sánchez Román, investigadora del CSIC.
En los primeros encuentros de la jornada se puso de manifiesto la necesidad de reforzar el reconocimiento hacia las personas mayores. En palabras de Felipe Morente Mejías, catedrático de sociología de la Universidad de Jaén, “debemos constituirnos en actores colectivos que diseñemos el tipo de sociedad que queremos. Necesitamos construir intelectualmente un modelo en el que se establezcan espacios de reciprocidad y encuentro. Los mayores tienen un acervo de conocimiento y experiencia del que carecen otras generaciones y tienen la generosidad de compartirlo con el resto”.
Vânia de la Fuente-Núñez, responsable de la campaña mundial contra el edadismo de la OMS, hizo referencia a la importancia del informe de la OMS para visibilizar un problema que se intuía, pero cuyas dimensiones se desconocían en su magnitud. “Hay un total de 1000 millones de personas mayores de 60 años en el mundo, pero más allá de las cifras, en donde debemos poner el foco es en que muchas, demasiadas, viven en condiciones poco dignas, enfrentándose a obstáculos permanentes para seguir participando en la sociedad”.
Apolline Parel, representante de Age Platform Europe, circunscribió la situación de discriminación en territorio europeo, donde considera necesaria la implantación de medidas adicionales que contribuyan a erradicar un problema que afecta de lleno a la igualdad. “En Europa no hay una evaluación propia de los estados miembros sobre los derechos humanos de las personas mayores, hay recomendaciones, pero no obligaciones. Es necesario poner a las personas mayores en el centro. Por todo ello, desde Age Platform Europe promovemos la necesidad de una convención europea sobre los derechos de las personas mayores”.
Ken Bluestone, representante de The Global Alliance for the Rights of Older People (GAROP), puso de relieve la importancia de la participación de la sociedad civil en la consecución de medidas de calado que sean asumidas por los gobiernos. “Cada vez hay más estados miembros interesados en abordar los derechos humanos de las personas mayores, pero se avanza muy lentamente. Hemos llegado a un momento en el que tenemos información y experiencia, lo que falta es que los gobiernos actúen, y sabemos que pueden hacerlo, como se vio con la urgencia de la pandemia. Hay posibilidad de movilizarse, ¿por qué no por las personas mayores?”.
En la mesa temática específica sobre «Las mujeres y la discriminación por razón de edad», las tres ponentes participantes remarcaron la especial vulnerabilidad de este colectivo. La actriz Teté Delgado hizo hincapié en el uso de la voz propia para evitar las distorsiones de la realidad y que acaban conformando una imagen alterada. “Nos convierten en el reflejo de una realidad que no es la que existe, somos diferentes y diversas. Estas disonancias, entre lo que somos y lo que se proyecta, dañan profundamente nuestra autoestima. Pensemos en esos papeles con connotaciones negativas y discriminatorias que nos presentan como cargas. Y si nos escapamos de este papel estereotipado de mujer mayor, entonces somos malas, frías y calculadoras”.
María Sánchez Román, investigadora del CSIC, se detuvo en analizar la importancia de contextualizar tanto el proceso vital de envejecer, como la trascendencia que en él desempeñan los roles de género. “Envejecemos desde que nacemos. Esto es muy útil para percibir que los roles de género que interiorizamos desde que nacemos nos afectan a lo largo de la vida. Una de las grandes discriminaciones que afrontan las mujeres es la invisibilización en todas las áreas vitales. Hay varios motivos que lo expliquen, pero uno de ellos, sin duda, tiene que ver con los cuidados, con que las mujeres se dediquen a los demás por encima de ellas mismas. Y esto contribuye al borrado”.
Julia Sevilla Merino, jurista y feminista, abundó en la importancia de visibilizar y nombrar, para evitar, con ello, la secular marginación de que son objeto las mujeres. “Las mujeres somos algo que no se ve, que no se quiere ver. Estamos presentes, pero se nos obvia. Las mujeres hemos estado siempre en los márgenes, sin voz propia. Nos manejamos con eufemismos que quieren disimular la realidad, y con ello se consolida la invisibilización”.
El foro trató, asimismo, la situación de las mujeres mayores y la discriminación por edad y en él se presentaron tanto el informe HelpAge 2022, Discriminación por razón de edad en el ámbito laboral, en el que se analizan los datos más relevantes sobre la realidad del acceso de las personas mayores al comprado laboral en España, como el nuevo Servicio Estatal de Atención a Personas Mayores (SEAM). Dentro de sus principales conclusiones, se señaló que, en el contexto laboral actual, las personas mayores se enfrentan a más barreras de acceso y tienen más opciones de ser expuestas a situaciones próximas al acoso por razón de edad para abandonar sus empleos. Tienden a ser objeto de los despidos colectivos, la raíz de una presunción, no siempre correcta, de que podrán acceder con mayor facilidad a las prestaciones sociales. La evaluación de su desempeño se desarrolla a partir de un estereotipo asentado en cánones de juventud, y las personas que trabajan como mano de obra directa se ven con grandes problemas para mantener sus empleos a partir de los cincuenta años, de tal forma que las personas expulsadas del mercado de trabajo por razón de su edad quedan expuestas a situaciones de pobreza y desprotección social.
El informe traza una visión concreta y transversal de las causas y las consecuencias de la discriminación de los mayores en el ámbito laboral. Propone un acercamiento a las normativas que, a todos los niveles, buscan erradicar estas desigualdades, y presenta un análisis de la diversidad en las empresas y las ventajas de las plantillas intergeneracionales.
El informe fue elaborado en el marco del Instituto de Derechos Humanos de la Universitat de Valéncia y cuenta con la coordinación de Fernando Flores, Belén Cardona y Jaime Cabeza.
En la sesión de tarde se dio voz a las personas mayores gallegas, mediante un coloquio intergeneracional con participación de Marisol Bravos López, Emilio Santiago Santos, Nuria Quiroga Rodríguez y María José Fernández Menéndez, personas socias de los espacios +60 de la Obra Social de ABANCA; Susana Mouzo, del área de Mayores de Afundación; y Miguel Rouco Padín, de la Embajada de la Juventud de Galicia. Por otro lado, la Subdirectora General de Recursos Residenciales y Atención Diurna de Mayores de la Conselleria de Política Social e Xuventude de la Xunta de Galicia, Yolanda Otero Balsa, reflexionó sobre los recursos de la Consellería de política social para personas mayores y José María Faílde, Presidente de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría leyó la Carta galega sobre derechos humanos y bien trato a las personas mayores.
Más información:
Haz click aquí para ver la sexta edición del Foro «Vivir más, vivir mejor»
