11/03/2021
Hoy se cumple un año desde que la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia de la Covid-19. Un año después, queremos que la vacuna contra la Covid-19 esté disponible para todas las personas, de todos los lugares, de forma gratuita.
Mientras que en algunos de los países más ricos ya se ha empezado a vacunar a una persona cada segundo, en muchos países pobres todavía no se ha administrado ni una sola dosis. Las empresas farmacéuticas están restringiendo la distribución de la vacuna, lo que hace que algunos de los países de bajos y medios ingresos tengan que esperar hasta 2023 para la vacunación generalizada.
Esto nos pone en riesgo a todas las personas, también a las más mayores. Tal y como ha afirmado Justin Derbyshire, CEO de HelpAge International, «la pandemia de Covid-19 ha puesto de manifiesto un mundo de desigualdades, en el que el edadismo institucional ha pasado desapercibido y se han destruido muchos medios de vida. La amenaza que suponen los sistemas sanitarios deficientes y la falta de recursos es tan real hoy como lo era en el momento del estallido de la pandemia».
Necesitamos trabajar de forma coordinada a nivel mundial para poder apoyarnos y dar soporte a aquellos países que se enfrentan a mayores riesgos. Por eso, desde la red global de HelpaAge International pedimos a los gobiernos y a las empresas farmacéuticas que proporcionen la vacuna de forma gratuita a las personas, que eviten los monopolios en la producción de vacunas y que den prioridad a la vacunación a las personas que trabajan en el ámbito sanitario y a las personas que tienen un mayor riesgo, como las personas mayores, en todos los países.
«Ahora es el momento de que Naciones Unidas demuestren que tienen una influencia real y garanticen que las vacunas lleguen a las personas más expuestas. Los líderes mundiales tienen que dar más poder a la ONU y cumplir sus compromisos de financiación, al tiempo que presionan a las empresas farmacéuticas para que compartan la ciencia que hay detrás de las vacunas.
Tenemos que dar prioridad a la distribución de vacunas en los países donde las tasas de transmisión son altas. Aquí es donde es más probable que se desarrollen mutaciones y variantes que podrían ser más fuertes que la vacuna. Cualquier otra actuación es miope cuando luchamos contra un virus que se propaga tan rápidamente.»
Justin Derbyshire, CEO de HelpAge International
No estaremos a salvo hasta que todas las personas estemos a salvo.
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- Descarga el documento: Nadie está a salvo hasta que todos estén a salvo Distribución de las vacunas para la COVID-19