El 13 de agosto de 2024, durante la 78ª sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas se aprobó una nueva resolución que abre un escenario para la adopción de una futura convención de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas mayores, una convención necesaria y por la que luchamos las organizaciones de mayores y de derechos humanos de todo el mundo desde hace una década.
La Asamblea General, sin necesidad de votación, ha adoptado tres acuerdos recogidos en la resolución. En primer lugar, se ha decidido que el Grupo de Trabajo de Composición Abierta sobre el Envejecimiento (OEWGA, por sus siglas en inglés) ha concluido su labor conforme a lo dispuesto en la resolución 65/182 de la Asamblea General. Esto implica que no se celebrarán más reuniones y que la decimocuarta ha sido la última reunión del OEWGA.
En segundo lugar, la resolución insta a los órganos pertinentes de Naciones Unidas, como el Consejo de Derechos Humanos, a que sigan examinando las recomendaciones aprobadas por el Grupo de Trabajo de Composición Abierta sobre el Envejecimiento en su decisión 14/1, es decir, que se siga avanzando hacia una futura convención, tal y como se ha considerado en las numerosas conclusiones a lo largo de la última década.
Finalmente, solicitan al presidente de la Asamblea General que se celebre una reunión de alto nivel en el siguiente periodo de sesiones para intercambiar opiniones y compartir experiencias sobre las recomendaciones incluidas en la decisión 14/1 del Grupo de Trabajo de Composición Abierta sobre el Envejecimiento, de manera equitativa, no excluyente, y definir los próximos pasos en relación con los derechos y el bienestar de las personas mayores.
Esta resolución representa un avance significativo, pero aún queda incertidumbre sobre cómo se procederá para desarrollar un nuevo instrumento internacional que garantice la protección de los derechos de las personas mayores.
A pesar de los esfuerzos del Grupo de Trabajo de Composición Abierta sobre el Envejecimiento durante sus catorce años de trabajo y las recomendaciones del informe de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas de 2022, siguen existiendo lagunas en la protección de los derechos de las personas mayores.
Por ello, sigue siendo necesario que se den pasos más claros y contundentes hacia delante para apoyar la creación de una convención de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas mayores.