La crisis alimentaria, energética y financiera mundial está sumergiendo a millones de personas en la pobreza y el hambre. Para las personas mayores en los países de ingresos bajos y medios, esto ha resultado en una pérdida de sus medios de subsistencia, dignidad y bienestar.
HelpAge ha investigado el impacto de esta crisis sobre las poblaciones mayores, a través de una investigación en profundidad en 10 países. Hemos evaluado cómo se han visto afectados los ingresos de las personas mayores y su acceso a alimentos, combustible, atención sanitaria y otros servicios.
Los resultados de esta investigación se recogen en un informe global, «La situación solo ha ido empeorando» – El impacto de la crisis mundial de alimentos, combustible y finanzas sobre las personas mayores.
Altos niveles de pobreza alimentaria
Las dietas de las personas mayores han sufrido cambios significativos y perjudiciales, con un consumo de alimentos y una variedad dietética en grave declive.
«Las personas mayores pasan los días sin comer. En situaciones extremas, se van a la cama sin comer, a menos que reciban alguna ayuda de un vecino».
Participante en el estudio, Mozambique.
Las personas mayores se saltan comidas, consumen menos alimentos y cocinan menos debido al elevado coste del combustible, lo que provoca el deterioro de su salud y su estado nutricional.
Incapaces de cubrir sus necesidades básicas
Las personas mayores también tienen cada vez más dificultades para cubrir sus necesidades básicas y algunas han recurrido incluso a vender sus bienes o mendigar en la calle para llegar a fin de mes.
«Para mí, el combustible, la comida y la crisis financiera son sólo uno: todo se reduce a las necesidades económicas de las personas mayores. La razón por la que pasas hambre es porque no tienes suficiente dinero para comprar comida para ti y para tu familia».
Participante en un estudio, Filipinas.
Sin una protección social adecuada, financiación u opciones de crédito, muchas personas mayores están agotando sus ahorros para sobrevivir a la crisis, sin una red de seguridad en la que confiar.
Desigualdades de género exacerbadas
Las mujeres mayores están experimentando una escasez de alimentos y nutrición aún mayor que los hombres mayores.
Las mujeres mayores carecen de oportunidades de ganar dinero para mantenerse a sí mismas y a sus familias. Además, las funciones domésticas y de cuidado no remuneradas que han desempeñado en el pasado hacen que a muchas se les niegue cualquier forma de protección social como las pensiones.
La salud y el bienestar sufren un duro golpe
El aumento de los gastos sanitarios oscila entre el 35 y el 70 por ciento, lo que agrava la carga económica de las personas mayores.
El aumento de los costes de combustible y transporte también impide a algunos acudir a hospitales y clínicas para recibir tratamiento médico.
«Los precios de los medicamentos han subido y eso afecta a nuestra salud como personas mayores. A veces recibimos una dosis que no es suficiente porque el dinero no alcanza. Los medicamentos escasean y son tan caros que no podemos permitirnos comprarlos y pensamos que vamos a morir. Nos ponemos enfermos y ya no vamos al hospital debido a los altos costes de transporte y ahora ni siquiera podemos permitirnos comprar en la farmacia; lo único que nos queda es morir».
Participante en el estudio, Malawi.
La prestación de asistencia a domicilio también ha disminuido en algunas zonas y el aislamiento social va en aumento.
Acción urgente para salvar la vida de las personas mayores
Instamos a los gobiernos y agencias intergubernamentales de todo el mundo a actuar urgentemente en las siguientes acciones prioritarias:
- Proporcionar apoyo humanitario urgente a las personas mayores, que incluya acceso a alimentos, energía, atención sanitaria, medicinas y otras necesidades básicas.
- Proteger los medios de subsistencia, el acceso a los mercados laborales y las oportunidades económicas para garantizar la seguridad en los ingresos.
- Reforzar los sistemas de protección social y ampliar la cobertura de las pensiones a todas las personas mayores para ayudar a prevenir, disminuir la pobreza y la vulnerabilidad ante los riesgos de los medios de subsistencia.
- Reforzar la resiliencia de las personas mayores para que puedan afrontar mejor las crisis y sus consecuencias, incluido el riesgo de catástrofes y los efectos del cambio climático.
- Garantizar la plena inclusión de las personas mayores en la respuesta humanitaria.
HelpAge está respondiendo a la crisis de dos maneras:
- Hemos reorientado nuestros programas en curso para proveer asistencia humanitaria urgente para atender las necesidades inmediatas de las personas mayores, especialmente en los países más afectados por la crisis.
- Seguimos abogando por una protección social basada en la evidencia, exigiendo un sistema inclusivo que tenga como objetivo garantizar el acceso a los ingresos para todas las personas, independientemente de su ocupación, sexo, origen étnico, condición social y lugar de residencia.
Obtenga más información sobre el trabajo de más de una década de HelpAge en materia de protección social, que ha hecho posible que alrededor de 5 millones más de personas mayores que no han podido cotizar a lo largo de su vida laboral reciban pensiones sociales.
Descargue el resumen ejecutivo
Lea el informe global de HelpAge Internacional: «Las cosas acaban de empeorar» – El impacto de la crisis mundial de alimentos, combustibles y finanzas sobre las personas mayores. Se basa en investigaciones realizadas en Argentina, Colombia, Etiopía, Líbano, Malawi, Mozambique, Filipinas, Sri Lanka, Tanzania y Yemen.