Diversas organizaciones humanitarias que operan en el este de Ucrania, entre las que se encuentra HelpAge International, han emitido un comunicado conjunto sobre los actuales acontecimientos en materia de seguridad y en el que piden un alto al fuego como única forma de proteger a los civiles de la violencia y de otras violaciones de sus derechos.
El comunicado original en inglés está disponible aquí.
Las organizaciones que trabajamos en el Dombás, estamos profundamente preocupados por los recientes bombardeos a lo largo de la línea de contacto en las regiones de Donetsk y Luhansk, que han alcanzado a civiles e infraestructuras civiles esenciales en múltiples lugares. Menores, profesores de una guardería y una escuela, sus trabajadores, trabajadores humanitarios y los residentes de Stanytsia Luhanska, Vrubivka y otras zonas se encontraban muy cerca de los lugares atacados, expuestos a un grave riesgo, ya que algunos edificios residenciales y casas privadas sufrieron también daños por estos bombardeos.
Este no es un hecho aislado, ya que es la cruda realidad que la población de las regiones de Luhansk y Donetsk viven desde hace casi 9 años. Mientras duren las hostilidades, todas las partes deben cumplir sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario, garantizando que los civiles y las infraestructuras civiles -especialmente las escuelas, los hospitales y los sistemas de abastecimiento de agua- estén protegidos de la violencia armada y permitiendo el suministro rápido y sin obstáculos de la asistencia humanitaria a las poblaciones afectadas. El derecho a la vida es un derecho humano fundamental y cada vida humana debe ser protegida.
También hacemos un llamamiento a todas las partes del conflicto para que acuerden un alto el fuego duradero, ya que es la única manera de proteger a la población civil de la violencia y de otras violaciones de sus derechos. En concreto, pedimos a todas las partes que eviten las amenazas de ataques contra las escuelas, menores y profesorado, de acuerdo con la Declaración de Escuela Segura y el Derecho Humanitario.
También nos preocupan los efectos de las tensiones actuales en el bienestar físico y mental de la población. La gente de todas partes, tanto en las zonas controladas como en las no controladas por el Gobierno de Ucrania, está exhausta y agotada por las declaraciones oficiales y la información de los medios de comunicación. En su último discurso público sobre Ucrania, el Secretario General de la ONU hizo hincapié en que la diplomacia debe prevalecer y «no hay lugar para la retórica incendiaria«. Las declaraciones públicas deben tener como objetivo reducir las tensiones, no inflamarlas.
La comunidad humanitaria de Ucrania advierte que las tensiones actuales podrían provocar un aumento drástico de las necesidades humanitarias. Con el conflicto armado en el este de Ucrania entrando en su noveno año, 2,9 millones de personas que viven a ambos lados de la línea de contacto siguen necesitando urgentemente ayuda humanitaria, mientras que el Plan de Respuesta Humanitaria sigue contando con una financiación totalmente insuficiente, con solo un 4% de los 190 millones de dólares de financiación necesarios que se han recibido hasta hoy, 18 de febrero de 2022.
Los acontecimientos y riesgos actuales exigen un compromiso y una solidaridad aún mayores de la comunidad internacional con la población civil afectada. Los esfuerzos diplomáticos deben prevalecer sobre cualquier intensificación de la violencia armada ya existente en el este de Ucrania para evitar más sufrimiento humano.