30/05/2013
Andrew Collodew/Coordinador del Programa de Emergencias de Medios de Vida
HelpAge International y Handicap International están trabajando juntos para asegurase de que los refugiados sirios que viven en Jordania reciben asistencia básica para sobrevivir y para hacerlo con dignidad.
Uno de los retos clave a los que se enfrentan muchos refugiados sirios en áreas urbanas de Jordania es el aumento de sus deudas.
Muchos refugiados sirios que han llegado a Jordania con pocos, si algún, recurso, los han consumido mientras seguían desplazados en Siria o en su camino a Jordania. La capacidad de los más vulnerables para conseguir sustento es limitada, y poco a poco, su capacidad de supervivencia se erosiona. La deuda es un indicador de cómo las familias sirias que viven en áreas urbanas de Jordania -aproximadamente el 50% de los refugiados sirios del país- están soportando económicamente la crisis actual.Muchos refugiados sirios se han desplazado a la vecina Jordania(c) Jamal Saidi
Si la deuda de las familias crece, es un indicador de que el sistema humanitario no está cubriendo las necesidades básicas de los refugiados. Falta financiación para la respuesta humanitaria La principal razón para que esté pasando esto es que la respuesta humanitaria no cuenta con suficientes fondos. Por ejemplo, la web de ACNUR, muestra que solo el 55% de la respuesta está cubierta en la actualidad.
Las ONG tampoco han recibido suficiente dinero, lo que significa que el problema es cada vez mayor. La economía familiar es un fenómeno difícil de medir.
Muchas familias sirias refugiadas tienen unos ingresos mensuales variables provenientes de diversas fuentes. Mientras un estudio sugiere que al menos un hombre de cada familia consiguió trabajo informal en el 44% de las familias, estimaciones medias sugieren que el desempleo es de un 84% y ninguna mujer consigue un sueldo fuera de su hogar.
El 18% de las familias viven de sus ahorros, mientras que el 34% de las familias refugiadas no tienen ningún ingreso y dependen completamente del sistema humanitario. Los análisis de los últimos seis meses confirman que la deuda se está incrementando.
El 72% de las familias encuestadas en marzo de 2013 tenían deudas, más del doble que el octubre pasado. Las familias dicen que deben dinero a familiares, vecinos, caseros y tenderos, tanto en Siria como en Jordania. El alquiler supone la mayor proporción de gasto en el hogar y tener la capacidad de hacer frente a esos pagos es la mayor preocupación de las familias refugiadas.
Las deudas se suman al estrés psicológico por el desplazamiento
Muchos de los sirios que viven fuera de los campos deben dinero a sus caseros, algunos deben más de tres meses. La amenaza de ser desahuciados es patente y añade estrés psicológico a las familias.
Casi todas las familias encuestadas han vendido posesiones como oro, cosas del hogar o propiedades, bien para poder salir de Siria o para poder salir de los campos. Por lo tanto, hay una tendencia creciente a que las familias tengan muy pocos ahorros o fondos de emergencia para necesidades imprevistas.
El problema acuciante de la deuda, con menos ahorros y más préstamo de familiares implica que muchas familias se ven forzadas a adoptar estrategias negativas para sobrevivir. Esto incluye trabajo informal y mal pagado, reducción del número de comidas diarias, trabajo infantil, mendicidad y sexo por dinero.
Cómo HelpAge está ayudando a las personas mayores y sus familias
Con el dinero recaudado en la petición de Ayuda Urgente para Siria hecha a través del (DEC- Comité de Emergencias y Desastres del Reino Unido) con Handicap Inernational hemos proporcionando dinero en efectivo en los últimos tres meses a las personas mayores, discapacitadas y otros refugiados vulnerables que viven en áreas urbanas de Jordania. Este dinero se gasta en sus necesidades más acuciantes, como el alquiler, la electricidad, ropa, comida y cuidado sanitario.
La identificación de familias vulnerables y poder proporcionarles ayuda económica inmediata puede cubrir sus necesidades de ingresos y evitar el problema de la deuda para que las familias no se vean forzadas a adoptar conductas que les perjudican.