Del 20 al 24 de mayo se celebró en Nueva York la decimocuarta sesión de trabajo del Grupo de Composición Abierta sobre Envejecimiento (OEWGA), conforme al mandato de la Asamblea General mediante la resolución 65/182 de 21 de diciembre de 2010. El propósito de este grupo de trabajo es examinar el marco internacional actual de los derechos humanos de las personas mayores, identificar las posibles lagunas y determinar las mejores formas de abordarlas, incluso estudiando, según proceda, la viabilidad de nuevos instrumentos y medidas legales.
En el marco de este proceso, cada año se abordan dos temas prioritarios y dos temas de revisión. Durante esta sesión, los temas prioritarios fueron la accesibilidad, la infraestructura y el hábitat (transporte, vivienda y acceso), así como preguntas orientativas sobre la participación en la vida pública y los procesos de toma de decisiones. Los temas de revisión fueron la inclusión social, el derecho a la salud y el acceso a los servicios sanitarios. La Fundación HelpAge International España realizó declaraciones en ambos temas prioritarios, señalando las lagunas existentes y destacando que gran parte del ordenamiento jurídico actual proviene de normas dirigidas a personas con discapacidad, en lugar de legislación específica para la protección de las personas mayores.
Cada tema se examinó a través de diferentes paneles de expertos, que reúnen a profesionales de administraciones públicas, instituciones nacionales de derechos humanos y ONG. En el panel dedicado a la accesibilidad, infraestructura, y hábitat participó doña Mayte Sancho, directora del Imserso.
Aunque estos fueron los temas principales tratados durante la sesión, no fueron los únicos. De hecho, el asunto que generó más debate fueron las recomendaciones presentadas por los cofacilitadores de Portugal y Brasil, debido a que el año pasado se estableció el proceso intersesiones para formular recomendaciones sobre cómo responder a las lagunas de los derechos de las personas mayores.
Entre las recomendaciones se incluye la posibilidad de crear un instrumento jurídicamente vinculante en la protección de los derechos de las personas mayores, es decir, una convención internacional de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas mayores. Lamentablemente, no es la única opción y el abanico de propuestas se ha ido ampliando durante las negociaciones.
Ahora, muchos Estados de las Naciones Unidas consideran concluido el mandato del Grupo de Composición Abierta sobre Envejecimiento. Las recomendaciones, aprobadas por consenso, han sido enviadas al Presidente de la Asamblea General lo que podría provocar cambios significativos en el panorama de la protección de los derechos humanos de las personas mayores.