Gaza: Sistemas sanitarios dañados por los ataques aéreos de mayo

Los ataques aéreos tuvieron consecuencias devastadoras para los centros de salud de Gaza, que ya funcionaban con graves limitaciones, haciendo frente a años de escasez de recursos.

Los daños sufridos por el hospital Al Aqsa de Deir al Balah, el hospital Indonesio del norte de Gaza y dos dispensarios de atención primaria de salud de Jan Yunis y el norte de Gaza durante cinco días de ataques aéreos en mayo de este año están teniendo consecuencias devastadoras.

Los hospitales y centros de salud de Gaza ya funcionaban con graves limitaciones, haciendo frente a años de escasez de recursos. Pero tratar a los cientos de heridos durante los ataques puso al límite la capacidad de las instalaciones médicas, obligándolas a quitar prioridad a otros aspectos de su atención, como el apoyo continuo y el tratamiento médico que necesitan los pacientes de edad avanzada.

“Uno de los problemas más graves a los que se enfrentan las personas mayores es la falta de instituciones especializadas que presten servicios generales para su salud y su subsistencia. Durante los bombardeos aéreos de principios de mes, los habitantes de la Franja de Gaza, sobre todo las personas mayores, no pudieron acceder a las clínicas y hospitales del gobierno para obtener medicamentos. Muchas personas mayores de Gaza dependen del sistema público para recibir atención médica. Pero ahora tienen que pagar si necesitan atención sanitaria y deben sufragar sus gastos de transporte a los centros sanitarios. Esto es especialmente difícil, dado que la mayoría de las personas mayores carecen de fuentes de ingresos”.

Bahaa Zaqout, Coordinadora de Relaciones Exteriores y Recaudación de Fondos, en PARC (socio de HelpAge) vive en la franja de Gaza.

Las personas mayores son más propensas a padecer enfermedades crónicas que requieren atención médica, como diabetes, hipertensión, cardiopatías y cáncer.

Según Bahaa, los recurrentes ataques aéreos, combinados con la pérdida de vidas y la destrucción de viviendas, han provocado un aumento de las tasas de ansiedad y depresión de las personas mayores.

«Los ataques de junio agravaron las consecuencias para la salud mental de las personas mayores, muchas de las cuales pasaron noches en vela».

Los daños sufridos por los hospitales pusieron a prueba los limitados recursos e infraestructuras disponibles para la atención a la salud mental en Gaza, dejando a las personas mayores sin los sistemas de apoyo necesarios para hacer frente a las secuelas psicológicas de los ataques.

Y añadió: «Es necesario diseñar un sistema dirigido específicamente a las personas mayores, ofreciéndoles una ayuda económica que les permita superar los numerosos retos económicos a los que se enfrentan en Gaza.»

Halima Shehada (68) vive en Abasan al-Kabira, en el sur de Gaza.

Ella cuida de su marido, que tiene movilidad limitada en las piernas debido a un derrame cerebral. El reciente ataque aéreo en Gaza afectó directamente a su vida, ya que la presión ejercida sobre los hospitales y clínicas dejó a ella y a su marido sin acceso a medicinas.

«Acudimos a las clínicas del gobierno, pero no atienden todas las enfermedades. La mayoría de los medicamentos se compran a crédito en farmacias privadas y no podemos pagarlos». dice Halima.

Halima Shehada con su marido en Gaza. © Comité Palestino de Ayuda a la Agricultura – PARC

El reciente ataque aéreo en Gaza trae malos recuerdos a su familia. Halima perdió a su hijo en un incidente similar en 2014.

«Me siento angustiada pensando en la situación actual, ya que no puedo mantener a mi marido ni cubrir mis necesidades básicas. Dependo de mis hijos para que me compren comida y me ayuden con las tareas domésticas».

«Pasamos cinco noches sin dormir cuando empezaron los ataques aéreos. Estábamos muy estresados y temíamos lo que pudiera ocurrir. La guerra podía volver en cualquier momento y nos ha dejado mentalmente inestables».

Abd al-Wahhab Suleiman (64) vive en Abasan al-Kabira, en el sur de Gaza.

Era obrero de la construcción, pero tras varios infartos ya no puede trabajar. Ahora sufre del corazón y tiene la vista reducida. Abd al-Wahhab recuerda el reciente ataque a su barrio, que le ha hecho pasar apuros para conseguir los medicamentos que necesita.

«La casa de mi hermano quedó parcialmente destruida cuando bombardearon a su vecino. Me alegro de que haya sobrevivido. Me siento agotado por el daño psicológico y la interrupción del trabajo diario como consecuencia del cese de la circulación».

«Suelo recibir atención sanitaria en las clínicas del gobierno, pero no pueden proporcionarme lo que necesito. Los tratamientos para enfermedades crónicas no son gratuitos y la única forma de recibirlos es pagar en efectivo. Ni siquiera los hospitales cubren la totalidad de la sanidad necesaria».

Abd al-Wahhab Suleiman © Comités Palestinos de Ayuda a la Agricultura – PARC

Con el apoyo de HelpAge International, PARC trabaja activamente para promover la inclusión de las personas mayores. Llevan a cabo evaluaciones de necesidades y seleccionan a personas mayores para diversas actividades, con el objetivo de mejorar sus intervenciones y satisfacer mejor las necesidades específicas de las personas mayores.

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