Un año después de que los militares tomaran el poder en Myanmar, HelpAge International ha publicado un texto en el que se reflexiona sobre el impacto que todo esto ha tenido en las personas mayores y el trabajo que ha realizado HelpAge. El artículo original en inglés está disponible aquí.
Desde el golpe de estado, el sistema de salud pública de Myanmar se ha colapsado en gran medida, ya que muchos trabajadores sanitarios han sido detenidos o han sido objetivo de los militares por su afiliación al movimiento de desobediencia civil.
Esto significó que cuando una tercera ola de COVID-19 golpeó al país a mediados de 2021, la respuesta a la pandemia fue un caos. Se estima que murieron cientos de miles de personas, según los medios de comunicación independientes, aunque el gobierno de facto afirma que 15.000 personas perdieron la vida. Esto incluye a muchas personas mayores, que son siempre quienes más riesgo corren con la pandemia.
Las personas mayores también han sido puestas en peligro por la creciente violencia y los ataques a las aldeas por parte del ejército de Myanmar. Mientras que sus familiares han huido a un lugar seguro, las personas mayores se quedan atrás, como ocurre en la mayoría en situaciones de emergencia. HelpAge ha visto informes que muestran que las fuerzas armadas de Myanmar han disparado, asesinado o agredido a personas mayores.
En un importante incidente que tuvo lugar el 15 de junio de 2021, las fuerzas de seguridad prendieron fuego a una aldea del municipio de Pauk, en la región de Magway, matando a una pareja de ancianos que no pudieron huir. Este incidente fue un presagio de lo que iba a ocurrir en otras partes del país. Era la primera vez desde el golpe de estado que los militares iniciaban una ofensiva contra las fuerzas de la resistencia, y mostraba su brutalidad.
«Los soldados de la Junta ni siquiera perdonaron a la señora de 70 años. La golpearon brutalmente en la violenta incursión en nuestra aldea el 26 de octubre», dijo un hombre de Amarapura, en Mandalay.
Muchas personas también se han visto obligadas a dejar sus trabajos como consecuencia de la crisis, lo que les obliga a vivir sin ingresos estables, mientras aumenta el temor por el aumento de la violencia. Según el Banco Mundial, la economía de Myanmar se redujo un 18% en 2021 y amenaza a millones de personas con la pobreza, el desempleo y el hambre. Desde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo ya se afirmó en abril de 2021 que se esperaba que casi la mitad de la población del país viviera por debajo del umbral de la pobreza a principios de 2022.
Miles de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares para escapar del conflicto provocado por el golpe. Según el ACNUR, los combates entre el ejército de Myanmar y los grupos armados étnicos han provocado el desplazamiento de más de 377.800 personas (a fecha de 10 de enero) y la necesidad de ayuda humanitaria es cada vez mayor.
HelpAge realizó dos evaluaciones rápidas de necesidades en abril y octubre de 2021 para entender el impacto que esto estaba teniendo en las personas mayores, entrevistando a 110 personas mayores para conocer las circunstancias en las que vivían.
Estas evaluaciones mostraron que las necesidades de las personas mayores están aumentando en términos de falta de alimentos, salud (mental), ingresos, medios de vida y seguridad. Las necesidades varían mucho en todo el país, pero las mayores preocupaciones expresadas fueron su capacidad para ganarse la vida y su salud, lo que refleja los trastornos de la economía y del sistema sanitario público.
Nuestra evaluación rápida de necesidades más reciente, de octubre de 2021, reveló que el 85% de las personas mayores se quedaron con menos de un mes de ahorros y una de cada cinco personas mayores se vio obligada a saltarse comidas en la última semana.
«Los alimentos están disponibles en el mercado, pero su precio sube rápidamente. Así que utilizamos el dinero con prudencia, como comprar alimentos baratos en lugar de alimentos de calidad. Solemos cultivar huertos caseros, así que no hay que preocuparse por las verduras». Mujer de 92 años.
Además, el 38% de las personas mayores entrevistadas afirmaron que no pueden acceder a los servicios sanitarios y casi todas las personas encuestadas (97%) afirmaron tener miedo, estar preocupadas o estresadas.
«Tengo miedo cuando los pueblos son atacados porque no puedo correr como los demás». Mujer de 67 años.
«En caso de guerra, ¿cómo puedo llevar a mi marido que está acostado en la cama? Esto me preocupa más que cómo llenar mi estómago». Mujer de 66 años.
Debido a la actual inestabilidad política, los precios de los productos básicos están aumentando considerablemente en Myanmar. Esto afecta gravemente a las personas mayores y a las personas con discapacidad, muchas de las cuales ya tenían dificultades económicas.
Para aliviar estas dificultades, HelpAge ha concedido ayudas económicas a 5.000 personas con discapacidad y personas mayores en cinco municipios. Además de la ayuda en metálico, se han distribuido alimentos esenciales, como arroz y aceite, a las personas mayores de los municipios seleccionados. HelpAge también ha proporcionado equipos de protección personal como mascarillas, desinfectantes de manos y guantes para ayudar a proteger a las personas mayores de la COVID-19.
Vivir en un entorno incierto, bajo el miedo constante a la violencia, ha dejado a las personas mayores con problemas de salud mental sin ningún apoyo. Hemos podido ofrecer servicios de salud mental y apoyo psicosocial a las personas mayores a través de voluntarios y voluntarias de atención domiciliaria. Las personas voluntarias visitan a las personas mayores y les ayudan con las actividades diarias básicas, como ducharse y limpiar sus casas, así como a abordar cualquier miedo, preocupación o ansiedad que puedan tener, utilizando como guía el conjunto de herramientas de apoyo psicosocial y de salud mental para adultos mayores del Comité Permanente entre Organismos, llamado «Adaptarse a los tiempos«.
Dado el colapso virtual del sistema sanitario público del país, HelpAge ha estado trabajando con las comunidades para identificar a las personas en riesgo en las zonas de captación de las clínicas de enfermedades no transmisibles para ofrecer servicios de detección y derivación. Hemos podido ofrecer a los pacientes remitidos para que reciban más apoyo, una ayuda económica para que accedan a los centros sanitarios privados.
HelpAge también ha impartido formación sobre la fabricación de jabón y desinfectantes de manos a personas mayores, junto con el desarrollo de habilidades para que las personas con discapacidad y los miembros de sus hogares puedan ganarse la vida.
«Recibí gel desinfectante para manos, mascarillas y guantes de HelpAge a través de nuestro líder de la aldea. Utilizamos estos artículos basándonos en los folletos informativos de COVID-19 de HelpAge. Creo que por eso no nos hemos infectado». U Myint, 60 años.
En Myanmar hay unos 5,5 millones de personas mayores, que representan el 10% de la población. La combinación del brote de COVID-19 y el golpe militar ha aumentado su necesidad de ayuda, dificultando su acceso a los servicios sanitarios o a los ingresos regulares.