09/11/2020
En la 73º Asamblea Mundial de la Salud, iniciada en mayo y que se ha reanudado del 9 al 11 de noviembre, se ha aprobado propuesta final para el Decenio del Envejecimiento Saludable 2020-2030. Se trata del segundo plan de acción de la Estrategia mundial de la Organización Mundial de la Salud sobre el envejecimiento y la salud, que desarrolla el Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento de Naciones Unidas y se ajusta al calendario de la Agenda 2030 y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En HelpAge, hemos elaborado un resumen del proyecto del Decenio del Envejecimiento Saludable donde se exponen las principales medidas, así como la visión y objetivos del mismo.
Las poblaciones de todo el mundo están envejeciendo a un ritmo cada vez más rápido. Según la Organización Mundial de la Salud, ya hay más de 1000 millones de personas de 60 años o más en el mundo, la mayoría de las cuales viven en países de ingresos bajos y medios. Muchas de ellas no tienen acceso a los recursos básicos necesarios para llevar una vida digna, lo que les impide gozar del pleno ejercicio de sus derechos.
La posibilidad de vivir más tiempo es uno de los logros colectivos más extraordinarios que hemos alcanzado y es el reflejo de los avances alcanzados gracias al desarrollo social, económico y sanitario. Sin embargo, encontramos una gran inequidad en la longevidad en función de los grupos sociales y económicos y, tal y como indica la Organización Mundial de la Salud, hay muy pocos estudios que prueben que las personas mayores tengan mejor salud ahora que en generaciones anteriores. Es esencial que el aumento de la esperanza de vida también suponga mayor bienestar, para lo que es necesario que las personas puedan desarrollar y mantener sus capacidades funcionales también durante la vejez. En otras palabras, debemos añadir vida a los años para poder aprovechar las oportunidades que supone una mayor longevidad. Cuando las personas mayores gozan de buena salud, siguen participando en la vida de las familias y las comunidades y contribuyen al fortalecimiento de las sociedades.
El envejecimiento saludable es un proceso que abarca todas las etapas de vida, afecta a todas las personas y depende, en gran medida, de los recursos y oportunidades de carácter social y económico de cada persona a lo largo de su vida. Por ello, tal y como se indica en el Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud publicado por la OMS en 2015, el envejecimiento saludable va estrechamente ligado a la desigualdad social y económica. Las desigualdades y dificultades para acceder a la salud, la educación o el empleo tienen una gran repercusión en nuestra salud y se acumulan a lo largo de los años. No podemos olvidarnos de otros factores sociales y culturales, como el género o el origen, que tienen un gran impacto en las desigualdades y en el proceso de envejecimiento. Debemos dejar de ver la salud como la ausencia de enfermedades y fomentar el bienestar, la prevención de enfermedades y el mantenimiento de las capacidades para que las personas mayores puedan vivir como ellas elijan.
En este contexto, el Decenio del Envejecimiento Saludable tiene como objetivo aunar esfuerzos de gobiernos, sociedad civil, organismos internacionales, instituciones académicas, medios de comunicación y sector privado para poner en marcha medidas que mejoren la calidad de vida de las personas mayores, sus familias y, en definitiva, toda la sociedad. Por ello, se plantea como un conjunto de actuaciones basadas en la colaboración concertada y sostenida para que el envejecimiento de la población deje de verse como un problema y pase a considerarse una oportunidad.
Visión y principios
El Decenio del Envejecimiento Saludable se basa en el Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento (2002), la Estrategia mundial sobre el envejecimiento y la salud (2016-2030) y el Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud (2015). La estrategia mundial prevé la adopción de medidas multisectoriales para introducir un enfoque del envejecimiento saludable que abarque toda la vida, a fin de fomentar una vida más larga y saludable.
La visión del Decenio es un mundo en el que todas las personas puedan vivir una vida larga y saludable, está vinculada con las tres prioridades del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento (las personas de edad y el desarrollo, el fomento de la salud y el bienestar en la vejez y la creación de un entorno propicio y favorable) y refleja la visión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de no dejar a nadie atrás. A pesar de que cada vez preocupan más los aumentos previstos de los costes de la salud y la atención crónica, así como las consecuencias económicas de la disminución proporcional del número de jóvenes en edad de trabajar, la Organización Mundial de la Salud señala que atender a poblaciones de edad avanzada no tiene por qué suponer más costes y que las personas mayores generan importantes beneficios económicos y sociales. Por ello, durante este decenio se pretende fomentar el envejecimiento saludable a través del desarrollo de los servicios integrados de atención sanitaria y social, de la creación de entornos favorables para las personas mayores, del uso de los últimos avances tecnológicos, científicos y médicos, de la participación de los distintos actores sociales.
Ámbitos de actuación y alianzas para el cambio
El Decenio se centra en cuatro ámbitos de actuación interconectados y que contribuyen a promover y fomentar un envejecimiento saludable y mejorar el bienestar de las personas mayores:
- Cambiar nuestra forma de pensar, sentir y actuar con respecto a la edad y el envejecimiento.
- Asegurar que las comunidades fomenten las capacidades de las personas mayores.
- Ofrecer una atención integrada y centrada en las personas, y servicios de salud primarios que respondan a las necesidades de las personas mayores.
- Proporcionar acceso a la atención crónica para las personas mayores que lo necesiten.
En el plan de acción, se proponen distintas acciones que los Estados miembro, la OMS y organismos de Naciones Unidas y asociados nacionales e internacionales deben implementar en cada uno de estos cuatro ámbitos. Para poder desarrollar todas acciones, el plan establece la adopción de alianzas de colaboración y la creación de una plataforma para conectar y convocar a las partes interesadas para que promuevan los cuatro ámbitos de actuación a nivel nacional y busquen información, orientación y capacitación. La plataforma tendrá por objeto facilitar la labor en los cuatro ámbitos, lo que implica:
- Escuchar diferentes opiniones y propiciar una participación significativa de las personas mayores, familiares, personas cuidadoras, jóvenes y comunidades.
- Fortalecer el liderazgo y la capacidad de adoptar medidas apropiadas e integradas en distintos sectores.
- Poner en contacto a distintas partes interesadas de todo el mundo para que compartan sus experiencias y extraigan enseñanzas de ellas.
- Impulsar la obtención de datos, la investigación y la innovación para acelerar la aplicación.
Para que el plan de acción del Decenio del Envejecimiento Saludable funcione, es necesario que los Gobiernos de los distintos Estados, así como el conjunto de la sociedad tenga un fuerte compromiso. El plan establece que los gobiernos sean los responsables de crear las políticas, los ajustes financieros y los mecanismos de rendición de cuentas necesarios para crear entornos que tengan en cuenta a las personas mayores y, de este modo, sentar las bases de sistemas de salud y atención que introduzcan mejoras reales en las vidas de todas las personas mayores y el conjunto de la sociedad. Además, las organizaciones de la sociedad civil, las empresas y los dirigentes comunitarios también desempeñarán una función importante para asegurar el arraigo local del plan y la participación de las diversas partes interesadas.
Por su parte, Naciones Unidas apoyará a los Estados Miembros en el cumplimiento de los objetivos del plan del Decenio, en colaboración con otras organizaciones internacionales y agentes no estatales. Además, los asociados elaborarán sus planes de forma conjunta, mejorarán sus mecanismos de aplicación y se prestarán apoyo y asistencia técnica en función del contexto, del nivel de desarrollo, del fortalecimiento de los sistemas y de las infraestructuras disponibles.