04/05/2020
¿Qué es el Plan de Respuesta Humanitaria de Naciones Unidas para la Covid-19?
El 25 de marzo, el Secretario General de Naciones Unidas, hizo público el Plan Mundial de Respuesta Humanitaria al COVID-19, que se desarrollará a lo largo de 9 meses (de abril a diciembre del 2020).
Este plan de acción es una iniciativa conjunta de los miembros del Comité Permanente entre Organismos (IASC), incluidas las Naciones Unidas, otras organizaciones internacionales y ONG con mandato humanitario. Su objetivo es analizar y dar respuesta a las consecuencias directas de la pandemia sobre la salud pública, así como a sus efectos indirectos inmediatos sobre la situación humanitaria, especialmente sobre la población que vive en países que ya padecen otras crisis.
El Plan integra los llamamientos y aportaciones relativos al COVID-19 del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), ONU-Hábitat, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y diversas ONG, además de complementar otros planes desarrollados por el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
Las ONG y los consorcios de estas organizaciones han desempeñado un papel crucial ayudando a diseñar el plan y comunicando las perspectivas de los agentes locales, además también tendrán una función directa en la prestación de servicios. Las ONG podrán acceder a los fondos movilizados en el marco de este plan y en los planes nacionales conexos a través de acuerdos de colaboración con organismos de Naciones Unidas y los mecanismos de financiación común (incluidos los Fondos Mancomunados para Países Concretos), así como de financiación directa de los donantes.
Este sistema garantiza la complementariedad, las sinergias, la identificación de carencias y necesidades y una respuesta coordinada. El Plan Mundial de Respuesta Humanitaria complementa y apoya también las respuestas gubernamentales y los mecanismos de coordinación nacionales, prestando la debida atención al respeto de los principios humanitarios.
Se calcula que las necesidades de financiación de este plan de acción ascenderán a 2.012 millones de dólares, aunque esta cifra es solo una estimación inicial. Al mismo tiempo, las Naciones Unidas, otras organizaciones internacionales y diversas ONG están esforzándose al máximo para planificar la recuperación temprana y ofrecer la respuesta necesaria en los países de todo el mundo que más la necesitarán, con el fin de construir una nueva economía sostenible e inclusiva en la que nadie se quede atrás.
Fuente: Global Humanitarian Response Plan Covid-19.
El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres ha manifestado que «La COVID-19 está amenazando a toda la humanidad, por lo que toda la humanidad debe defenderse. Las respuestas individuales de los países no serán suficientes. Añade también que «debemos acudir en ayuda de los ultravulnerables: millones y millones de personas que son menos capaces de protegerse. Esta es una cuestión de solidaridad humana básica. También es crucial para combatir el virus. Este es el momento de dar un paso adelante para los vulnerables».
En este sentido, HelpAge International, ha comunicado que el Plan Mundial de Respuesta Humanitaria de Naciones Unidas para la COVID-19 debe ser revisado para reflejar mejor los riesgos específicos a los que se enfrentan las personas mayores que están viviendo esta crisis sanitaria y humanitaria. Las personas mayores deben ser reconocidas explícitamente como un grupo de población «más afectado y en riesgo» ante la pandemia de Covid-19.
Si es el momento de dar un paso adelante para los más vulnerables, las personas mayores deben ser incluidas de forma específica como un grupo de riesgo en este plan de respuesta mundial que Naciones Unidas está llevando a cabo.
Las personas mayores en el Plan Mundial de Respuesta Humanitaria de Naciones Unidas
HelpAge International ha analizado el plan humanitario destacando las áreas dónde el plan no ofrece protección para las personas mayores en riesgo.
Las personas mayores no han sido incluidas de forma explícita en el listado de los grupos «más afectados y en riesgo» a pesar de ser el grupo con el mayor número de necesidades básicas en esta crisis. Esta es una omisión flagrante dado que las decisiones operativas serán indudablemente impulsadas por esta lista, pudiendo limitar el apoyo humanitario disponible para las personas mayores.
La «vejez» se incluye al final de una lista de «condiciones» que pueden padecer las personas, lo que agrava la situación de vulnerabilidad y la discriminación de las personas mayores. «La edad avanzada no es una condición que se padezca y es inaceptable representarla de esta manera. Es impensable que no se incluyan explícitamente, reconociendo los riesgos tanto inmediatos como a largo plazo a los que están expuestos por el virus», manifestó Justin Derbyshire, CEO de HelpAge International.
Desde hace mucho tiempo, la inclusión de las personas mayores en las respuestas humanitarias es un asunto pendiente que debe ser resuelto en esta respuesta a la pandemia de COVID-19. «Este no es momento para hacer negocios como suele ocurrir. Las agencias de las Naciones Unidas, los donantes y las organizaciones humanitarias deben dejar de lado los planes y prioridades preexistentes y comprometerse a brindar asistencia vital a las personas en mayor riesgo, que incluye específicamente a las personas mayores en relación con la COVID-19, según el espíritu de los principios humanitarios que nos guían todos nosotros. Agradecemos el compromiso de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de revisar el plan e instamos a los miembros del IASC a que tomen en cuenta nuestras propuestas. A través del Plan Mundial de Respuesta Humanitaria, Naciones Unidas, OCHA y el IASC deben proporcionar el liderazgo y la coordinación para garantizar que las personas mayores estén incluidas en todos los niveles de respuesta ante la COVID-19″, declaró Justin Derbyshire.
La COVID-19 presenta riesgos específicos para las personas mayores. En Europa, el 95% de las personas fallecidas a causa de la COVID-19 tenían más de 60 años, y más de la mitad de ellos tenían más de 80. Una investigación inicial realizada en China, basada en más de 44,000 casos de COVID-19, mostró una tasa de mortalidad del 2,3% para la población general, que aumenta al 8% en las personas de 70 a 79 años y se incrementa hasta casi el 15% en las personas de 80 años o más.
HelpAge International está pidiendo a OCHA, a la IASC y a toda la comunidad humanitaria que se solidaricen con las personas mayores y tomen medidas concretas para fortalecer el enfoque en la próxima iteración del Plan de Respuesta Humanitaria.
Entre estas medidas se incluyen:
• Reconocer explícitamente a las personas mayores junto con otros grupos de población considerados «más afectados y en riesgo».
• Fortalecer el análisis de las necesidades humanitarias reconociendo que las personas mayores se enfrentan a problemas de salud muy significativos, a la discriminación y a barreras sistemáticas muy arraigadas para acceder a la asistencia humanitaria.
• Fortalecer los planes de implementación y de seguimiento para garantizar que las medidas para reducir el riesgo y responder a las necesidades de las personas mayores se implementen de forma eficaz, quedando un registro de ello.
• Asegurar que las personas mayores estén representadas en la coordinación a nivel nacional y que estén priorizadas en los mecanismos de financiación.
Descarga el análisis de HelpAge International sobre la inclusión de las personas mayores en el Plan Mundial de Respuesta Humanitaria de Naciones Unidas para la pandemia de Covid-19 (documento pdf en español).