07/04/2017
(c)HelpAge InternationalHace dos semanas, estuve en Eslovenia para reunirme con dos de los socios de campañas de HelpAge. Durante este viaje, he tenido la oportunidad de conocer varias personas mayores en diferentes contextos.
Muy a menudo, pensamos que las personas mayores son un grupo de personas homogéneo, que generalmente tienen arrugas y de pelo canoso. Sin embargo, los mayores que he conocido venían de un grupo diverso, y cada uno tenía una historia única y fascinante. Todos querían ser escuchados, incluidos en la sociedad y valorados, cosas que no deberían cambiar con la edad. He aprendido mucho gracias a sus conversaciones, pero estas lecciones no eran las lecciones solo para las personas mayores, sino eran lecciones de vida.
Aquí comparto cinco de ellas:
1. Sal y sé activa
La primera lección que aprendí fue que hay que ser siempre activo, reunirte con tus amigos y aprovechar del aire libre. Para todos nosotros, pero especialmente, para las personas mayores que pueden ser más expuestas a experimentar soledad y depresión, mantenerse activo es imprescindible. Al salir, estás conectando permanentemente con la naturaleza.
(c)HelpAge International2. Soy el dueño de mi vida
He conocido a Milica, mujer mayor que vive en el pequeño pueblo pesquero Izola. Ella me dijo que ella es la dueña de su vida, y entendí perfectamente lo que me quiso transmitir. Nuestro tiempo es totalmente de nosotros y somos libres de hacer lo que queramos con él; por tanto, no debería ser definido por las expectativas de la sociedad sobre lo qué es la edad, al contrario, debería ser definido por nuestras propias expectativas.
3. Ser curioso es importante
Muchos de los mayores con los que he hablado me dijeron que es muy importante que a medida que envejeces, mantengas tu curiosidad e interés por aspectos desconocidos. ¿Qué aporta esto? Ellos me explicaron que, si siguen aprendiendo nuevas cosas y adquiriendo nuevos conocimientos, se sientes jóvenes. Este es el primer paso para ser incluido totalmente a la sociedad como persona mayor. Esto nos revela que la curiosidad no es necesariamente una cuestión que prevalece en la juventud, sino que además es muy importante en la tercera edad.
4. No te enfoques exclusivamente en tu carrera
Milan, un hombre mayor de Eslovenia que escribe periódicamente canciones de amor para su esposa ya que dice que «se ve mejor en las canciones», me ha dicho: «el amor es lo que cuenta, no la edad -ama lo que de te guste y haz que eso te fascine». Nevenka, ex-periodista y editora de diferentes periódicos, me explicó algo muy parecido, y es que deberíamos de ir al trabajo con entusiasmo. Pero ella también me dijo que no deberíamos enfocarnos solamente en nuestra carrera ya que una vez que te jubiles, te puedes sentir perdido y encontrar dificultades en hacerte una red social. Deberíamos construir estas redes a lo largo de nuestras vidas y encontrar amigos fuera del ámbito laboral también. Esto puede parecer algo obvio, pero muchos de nosotros nos sentimos culpables por dedicar demasiado tiempo y poner demasiada energía en nuestro trabajo y no tanto en nuestras vidas afuera de la oficina.
5. Los mayores no son solo un recurso
Muy importante, los mayores no son solo un recurso para aprender sobre el pasado, ellos tienen mucho que enseñarnos tanto sobre el presente como sobre el futuro. Al igual que los jóvenes, muchos de los mayores hablan hoy en día sobre política, tecnología, esquiar o desear aprende otro idioma.
Como sociedad, parece que estamos obsesionados con la palabra «viejo» y con el paso del tiempo nos sentimos culpables de tener miedo al añadir otra vela en la tarta de cumpleaños. Hemos creado sentimientos de miedo al pensar que viviremos muchos años cuando muchas personas mayores se sienten muy orgullosas de las vidas que han llevado y continuarán llevando. No les importa decirle a la gente su edad. A fin de cuentas, hacerse mayor es un privilegio y una conquista para la humanidad. «La vida es demasiado hermosa para nosotros para que no la vivamos como se debe», me dice Milica.