27/02/2017
La actitud puede influir en nuestra manera de percibir diferentes eventos y tiene hasta la capacidad de moldear nuestro comportamiento -incluso en circunstancias extremadamente difíciles. Es esencial para poder tener buenos resultados con nuestro trabajo con las personas mayores, las personas con discapacidad y las personas mayores con discapacidad entender este vínculo entre actitudes y comportamiento.
¿Cómo una bomba puede afectar la vida de unas personas con discapacidad?
Cuando una bomba estalló el jardín de una pareja mayor en Ucrania, las ventanas, antiguas de más de 30 años, se quedaron destrozadas. Sin dinero para reparar las ventanas y con el invierno a punto de comenzar, hacía demasiado frío para poder vivir en la casa.
La única opción que se les ofreció fue alojarse en un piso en la tercera planta, lo que significó tres plantas para subir cada día, para dos personas mayores con problemas de movilidad. El hombre mayor tenía desde antes dificultades incluso en subir las tres escaleras del jardín a la casa. La señora mayor tenía una columna vertebral fracturada y corría el peligro de quedarse paralizada muy pronto.
Buscando soluciones para este problema, el personal sanitario y social ha priorizado la salud de la señora mayor; su limitación física ha sido el mayor obstáculo a superar. No obstante, por culpa de la inexistencia de medicamentos y la condición intratable de la enfermedad de la señora mayor, este problema ha sido insuperable.
Nadie ha considerado el trauma que este evento les ha provocado -este aspecto fue olvidado a pesar de que los dos mayores estaban viviendo aislados y con miedo desde que ocurrió el accidente. A falta de una solución rápida para poder ofrecerles un mejor techo, la pareja corría riesgo de perder la autonomía y la calidad de vida.
No es suficiente entender los obstáculos sino más bien superarlos
Una voluntaria de HelpAge International empezó a hablar con la pareja mayor y llegó a la conclusión de que se necesitaba encontrar una solución para cambiar el entorno donde vivían los dos mayores, más que buscar curas médicas que no existían. Para poder pedir ayuda económica y reparar sus ventanas, los dos mayores tenían que subir varias plantas para llegar a la oficina del ayuntamiento y poner la demanda. La condición física precaria no les permitía esto, al igual que les resultaba muy difícil subir las tres plantas del edificio donde vivían ahora.
Por tanto, la voluntaria de HelpAge les ayudó. Ella desafió el sistema burocrático que obligaba a la pareja ir presencialmente para hacer la demanda. Además, solicitó una ayuda económica urgente para obtener el dinero que necesitaban y reparar su casa. Buscó un carpintero para ayudarles a mejorar la entrada a su casa y consiguió traer leñas para calentar el hogar de los dos mayores. Un problema simple, pero de poco alcance para encontrar soluciones por parte dos personas de edad avanzada y en condiciones físicas débiles, pudo ser resuelto con un poco de voluntad y perseverancia.
Cambiar actitudes es imperativo
Hay muchas barreras que se tienen que superar para poder mejorar la vida de las personas mayores con discapacidad y uno de los aspectos que tiene que llamar nuestra atención son las actitudes impuestas por la sociedad y el entorno.
Obstáculos que se necesitan superar para convertirnos en una sociedad inclusiva existen en muchos países, tal vez en la mayoría. Pero en caso de emergencias, estos obstáculos se intensifican -ellos impiden que las personas que más necesitan asistencia puedan llegar a recibir la ayuda que se les ofrece. El ejemplo de la pareja mayor vulnerable nos enseña que nuestras actitudes han ayudado a romper con las barreras. Los dos mayores solamente necesitaban recobrar su autonomía. Y lo único que les detenía eran unas ventanas rotas.
