Esta entrada del blog ha sido escrita por Cherian Mathews, CEO de HelpAge International, con motivo de nuestro 40 aniversario.
En el marco del 40 aniversario de HelpAge International, siento un profundo honor al reflexionar sobre nuestro compromiso de largo plazo en la defensa de la dignidad y los derechos de las personas mayores en todo el mundo. Lo que en un principio fue una visión modesta, ha evolucionado hasta convertirse en una sólida red de miembros y colaboradores comprometidos, trabajando incansablemente para amplificar las voces que, con frecuencia, quedan en silencio en nuestras comunidades.
Al reflexionar sobre nuestros 40 años de historia, nos damos cuenta de la incalculable contribución de aquellos pioneros que iniciaron el movimiento para hacer de nuestro mundo un lugar mejor para las personas mayores. Rita Duarte, de 80 años, fundadora de ProVida, una agencia que trabaja para las personas mayores en Colombia, es un ejemplo de ello. Compartió con nosotros su historia sobre los inicios de ProVida cuando no existían agencias que se centraran en el bienestar y la dignidad de las personas mayores en ese país. Rita recuerda cómo comenzó su labor visitando residencias de personas mayores, entablando conversaciones con ellos, compartiendo abrazos y tazas de chocolate caliente, brindando a estas personas la sensación de ser valoradas.
“Era escuchar a la persona mayor que necesita contar su historia, o su tristeza, o cualquier otra cosa que estuviera en su corazón. Era importante saber que esa persona es escuchada”.
Rita Duarte
En colaboración con la organización británica Help the Aged, Rita pudo compartir las experiencias de ProVida con otras organizaciones que trabajan con una visión y una misión similares. Pronto, comenzaron a invitarla a participar en reuniones con organizaciones de distintas partes del mundo para compartir experiencias e intercambiar ideas sobre el trabajo con personas mayores. Rita relata: «En una de esas reuniones, nosotros (cinco organizaciones locales) acordamos unirnos para formar una red que multiplicara nuestras experiencias y las aplicara en las nuestras comunidades». Ese fue el comienzo de la red global HelpAge.
Desde el principio, la red (con organizaciones como ProVida), formó parte de la visión de cómo funcionaría HelpAge. De los cinco miembros originales de la red, la red global de HelpAge ha crecido ahora a más de 170 miembros presentes en más de 90 países. Reflexionar sobre estos modestos comienzos nos conecta con nuestras raíces, a la vez que celebramos nuestros logros colectivos y miramos hacia el futuro. Desde su establecimiento, la red mundial ha logrado avances significativos en la promoción de los derechos de las personas mayores.
Juntos:
- Hemos defendido programas de protección social para las personas mayores y promovido las pensiones sociales;
- Hemos sido pioneros en la atención domiciliaria y los enfoques comunitarios de la salud y la atención a las personas mayores;
- Hemos movilizado asociaciones de personas mayores como plataformas para potenciar la voz y la capacidad de acción;
- Hemos trabajado en las pandemias de VIH/SIDA y COVID-19 para crear conciencia sobre su impacto en las personas mayores cuestionando las políticas que las aislaban o discriminaban;
- Hemos desarrollado una respuesta humanitaria inclusiva para prestar asistencia a las personas mayores, a menudo excluidas o de difícil acceso;
- Hemos defendido la convención de la ONU sobre los derechos de las personas mayores;
- Hemos luchado contra la discriminación por motivos de edad en todos los ámbitos para promover la inclusión, el bienestar y la dignidad de las personas mayores;
- Hemos defendido políticas nacionales sobre el envejecimiento basadas en los derechos, promoviendo políticas inclusivas en todos los sectores.
A pesar de los avances, queda mucho por hacer en todos estos frentes. La erradicación de la discriminación por edad y la promulgación de una convención de la ONU sobre los derechos de las personas mayores siguen siendo objetivos fundamentales para nuestra red global.
De cara al futuro, el mundo está cambiando rápidamente. Las cifras hablan por sí solas: para 2030, se estima que 1.400 millones de personas tendrán 60 años o más. En 2050, una quinta parte de la población mundial tendrá más de 60 años, de los cuales el 80% vivirá en países de renta baja y media.
En medio de estos cambios, nos enfrentamos al incremento de los conflictos, los desastres naturales, el cambio climático, la urbanización y una creciente disparidad económica y social. Aunque los avances tecnológicos pueden representar una oportunidad para adaptarnos mejor al envejecimiento global, es crucial mitigar el riesgo de dejar atrás a las personas mayores. A pesar de los progresos, millones de ellas continúan viviendo en la pobreza y enfrentando discriminación, siendo las mujeres mayores particularmente vulnerables. En diversas regiones, las mujeres mayores son marginadas y discriminadas, especialmente cuando quedan viudas, enfrentando incluso prácticas atroces como la caza de brujas, que puede culminar en su asesinato o muerte por quemaduras.
La pandemia de COVID-19, junto con otros desafíos como conflictos y desastres naturales, ha puesto de manifiesto cómo las desigualdades preexistentes pueden intensificarse en momentos de crisis. Asegurar el acceso a alimentos e ingresos suficientes, así como a una atención médica adecuada, sigue siendo un desafío para muchas personas mayores que luchan por vivir con dignidad.
Pero los aniversarios no son sólo para reflexionar sobre lo que se ha conseguido o aprendido. También se trata de mirar hacia delante: ¿Cómo multiplicamos nuestro impacto para que las personas mayores del presente y del futuro puedan prosperar con dignidad y bienestar?
El desafío del envejecimiento global demanda acciones urgentes. Es imperativo reconocer las implicaciones socioeconómicas y políticas y colaborar estrechamente con los gobiernos para implementar soluciones de manera rápida y sistemática. Como red global, debemos plantear estas preocupaciones a los gobiernos y respaldarlos en la elaboración de políticas y prácticas, basándonos en nuestra experiencia trabajando con personas mayores. Debemos aprovechar el poder transformador de la acción colectiva para impulsar un movimiento global que inspire a todos los niveles, desde lo local hasta lo global, a promover la dignidad, el bienestar y los derechos de las personas mayores.
Nos comprometemos a poner las voces de las personas mayores en el corazón de nuestro movimiento. En HelpAge International, estamos decididos a respaldar y movilizar a los miembros de nuestra red global. Nuestro objetivo es capacitarlos, así como a otros aliados, para que compartan ideas, influyan en las políticas y aprovechen el potencial de nuestra red para liderar la defensa de los derechos de las personas mayores. Trabajando en colaboración con otros movimientos por la justicia, multiplicaremos nuestro impacto y aspiraremos a un mundo donde todos puedan envejecer con dignidad. Existen activistas, académicos, científicos y líderes estatales de edad avanzada que continúan contribuyendo significativamente a la sociedad. Los alentamos a unirse a nuestro movimiento, oponiéndose a la discriminación por edad y promoviendo los derechos de las personas mayores, para garantizar que ninguna generación quede rezagada en la construcción de una sociedad inclusiva para todas las edades.
De cara al futuro, me siguen inspirando la resistencia y el espíritu de lucha de las comunidades con las que trabajamos y el apoyo inquebrantable de la red, los donantes y otras personas. A medida que nos adentramos en el próximo capítulo, reafirmo mi compromiso de seguir adelante con esta labor vital. Siempre llevaré conmigo las lecciones aprendidas de diversos miembros de nuestra red, incluyendo el poderoso mantra de Rita Duarte: “escuchar las voces de las personas mayores”.
